El presidente estadounidense, Joe Biden, ha anunciado el plan de paz de Israel para lograr un alto el fuego en Gaza.
Según los periodistas invitados a la sesión informativa del viernes, el nuevo plan es casi indistinguible de los planes anteriores acordados por Hamás.
Si tiene éxito, traería un alto el fuego a un conflicto que ha matado a más de 36.000 palestinos, la mayoría de ellos mujeres y niños, y ha enfurecido a comunidades de todo el mundo.
¿Qué propone el programa?
El proyecto consta de tres etapas.
La primera fase propone un alto el fuego de seis semanas durante las cuales el ejército israelí se retira de las zonas pobladas de Gaza. Los rehenes, incluidos ancianos y mujeres, serán intercambiados por cientos de prisioneros palestinos. Los ciudadanos regresarán a toda Gaza, dijo Biden, añadiendo que 600 camiones que transportan ayuda humanitaria inundan el enclave a diario.
El segundo paso sería el fin permanente de las hostilidades entre Hamás e Israel. «El alto el fuego continuará mientras continúen las negociaciones», afirmó el presidente.
En la tercera fase, seguiría un alto el fuego permanente, que permitiría que el 60 por ciento de las clínicas, escuelas, universidades y edificios religiosos facilitaran la reconstrucción, incluidas las áreas dañadas o destruidas por las fuerzas israelíes.
¿A quién le gusta?
Hamás dijo el viernes que veía las propuestas «positivamente», sin entrar en más detalles.
En otros lugares, el proyecto ha recibido el apoyo de algunos políticos israelíes y de familias de cautivos y de la comunidad internacional.
El principal rival del primer ministro Benjamín Netanyahu, Benny Gantz, habló favorablemente del plan y pidió a sus dos colegas en el gabinete de guerra, Netanyahu y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, que discutieran los «próximos pasos».
Gantz había amenazado previamente con abandonar el gabinete antes del 8 de junio si no se acordaba ningún plan para Gaza más allá de la guerra.
El líder de la oposición, Yair Lapid, prometió apoyar el plan y prometió el apoyo de su partido, Yesh Atid (Hay un futuro), si los partidos ultranacionalistas y de extrema derecha retiran su apoyo.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, también respaldó el plan, al igual que muchos de los aliados de Israel, incluidos el Reino Unido y Alemania.
¿Quién no?
Gran parte de la oposición al plan de paz proviene del interior del gabinete israelí.
El sábado, Netanyahu dijo que cualquier iniciativa que no implique «destruir» la gobernanza y la capacidad bélica de Hamás es «un fracaso».
La interpretación de Netanyahu de la situación en Gaza contrasta con la de la administración Biden.
En su anuncio del viernes, Biden indicó que Hamás subestimó la presencia dentro del enclave y dijo que sería imposible repetir el ataque del 7 de octubre.
Como se esperaba, los miembros de extrema derecha de la coalición de derecha de Netanyahu, Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich, amenazaron con abandonar el gobierno y provocar su colapso si se adoptaban las propuestas.
La mayoría de los resultados dependen de la aritmética parlamentaria.
Los partidos de extrema derecha y ultranacionalistas tienen 14 escaños, mientras que el electorado de Kantz tiene sólo ocho, lo que significa que la extrema derecha tiene más influencia sobre el primer ministro que quiere permanecer en el poder.
En cuanto a Lapid, sus 17 escaños se conceden únicamente a favor de proyectos de paz.
Esto deja a Netanyahu dependiente de la coalición de extrema derecha.
¿Será aceptado entonces?
No está claro todavía.
Las familias de los cautivos de Israel y los detenidos en Gaza están presionando al gobierno para que acepte el acuerdo, al igual que parte de la clase política de Israel.
Sin embargo, las presiones para rechazar el acuerdo siguen siendo fuertes y queda por ver si Netanyahu elegirá su propia supervivencia o devolverá a los cautivos.
Por parte de Hamás, no está claro que la luz «positiva» con la que ve la propuesta conduzca a su aceptación.
Osama Hamdan, portavoz del grupo en el Líbano, dice que Hamás aún no ha recibido una propuesta por escrito de Estados Unidos.
Fuentes adicionales dijeron que tendrían que esperar a recibir noticias de sus líderes en Gaza, incluido Yahya Sinwar.
Se mostrarán reacios a expresar un acuerdo antes de ver si Israel está abierto a un acuerdo.
¿De dónde surgieron las propuestas?
El origen del proyecto no está claro.
Biden tuvo cuidado de enmarcar el anuncio como una iniciativa israelí.
Sin embargo, algunos miembros del gobierno israelí parecen haberlo sabido antes del viernes.
Es muy similar a una propuesta israelí anterior acordada por Hamás a finales de abril, lo que llevó a algunos observadores a decir que Estados Unidos está indicando a Israel que la administración está buscando poner fin al conflicto.
¿Está bien si el plan no funciona?
La situación humanitaria en Gaza sigue siendo terrible.
Más de un millón de personas han huido de Rafah mientras Israel continúa su ofensiva mortal que mató a 66 personas desplazadas en dos incidentes separados la semana pasada.
La ONU dice que cualesquiera que sean los arreglos de salud que quedan, están luchando por hacer frente a la persistente escasez de combustible y otros suministros y equipos esenciales.
Antes de esta última propuesta, las negociaciones para poner fin a la guerra en curso durante la mayor parte de los combates parecían estar estancadas.
Los negociadores israelíes y estadounidenses se volverán a reunir en El Cairo el domingo para discutir la reapertura del cruce de Rafah y la resolución de una de las principales causas de la crisis humanitaria en el sur de Gaza.